(15/Dic/2005)Las melodías que escuchamos influyen tanto en el plano emocional como en el cerebral haciendo que se tenga un mayor bienestar.
Hace un año, cuando Daniel llegó a su taller de música, entraba al salón y no dejaba de golpearse contra las parades, tapándose los oídos y llorando. No dejaba que nadie se le acercara, pero poco a poco, con su guitarra y su música, María Mercedes Latiff, la profesora,fue haciendo contacto con él. "Cuando comenzaba a cantar, venía y se sentaba a milado y se iba calmando. yo le ponía las manos sobre la caja de la guitarra y se callaba", comenta esta sicopedagoga.
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